Take me back
| Overview |
Nos gusta recordar.
Nos gusta volver atrás en el tiempo y recordar, y por un momento, trasladarnos a ese primer beso, o al día que nuestros hijos nacieron, o al día que nos casamos con el amor de nuestras vidas, o al primer viaje transoceánico que hicimos. Y sí, también nos gusta enseñarlo, porque la felicidad en el siglo XXI, parece ser más fuerte cuando es compartida. Por eso las redes sociales son un hervidero de ‘momentos’, casi siempre con un sentido estético, pero ante todo, momentos.
Sin embargo, y ante el aparente exhibicionismo que va in crescendo, trasciende la intención desesperada de alargar la vida de esos instantes con los que nos sentimos emocionalmente conectados, de hacer partícipes a los otros de esa conexión y, por qué no, de revivirlos una y otra vez.
Conforme las posibilidades tecnológicas han ido aumentando, la posibilidad de revivir momentos ha sido cada vez más real. Primero fueron los dibujos a mano alzada; luego, las fotografías en blanco y negro; después, la fotografía a color y los vídeos, del Super8 al Full HD. Sin embargo, las posibilidades no han hecho más que empezar, pues nos encontramos en el despegue de la realidad virtual y nuevas formas de visualización están por desarrollarse y por llegar.
“Pero cuando de un pasado lejano no subsiste nada después de que una persona ha muerto, después de que las cosas se rompen y se dispersan, el sabor y el olor solos, más frágiles pero más duraderos, más insustanciales, más persistentes, más fieles, , Como almas, recordando, esperando, esperando, entre las ruinas de todo el resto; Y llevan inquebrantablemente, en la diminuta y casi impalpable gota de su esencia, la vasta estructura del recuerdo .”
Marcel Proust, ‘En busca del tiempo perdido‘
Que la imagen es fundamental para revivir un recuerdo lo sabemos, porque es, de todos los sentidos, el más trabajado en este campo y al que nos encontramos más habituado. Sin embargo, esto requiere de la participación directa de nuestra memoria voluntaria, ya que tenemos que buscar la imagen, el vídeo, o lo que quiera que sea que alberga nuestro ‘momento deseado’.
Sin embargo, ¿cuántas veces nos ha pasado que percibimos un olor y nos recuerda a algo o a alguien? En ese caso es la memoria involuntaria la que está actuando, ya que es la huella de los olores en el subconsciente humano la que deja una marca más potente y, aunque parezca que nuestra vida transcurre ‘en formato audiovisual’, la grabación que hace nuestro cerebro de una asociación entre un olor y un objeto, una persona, un lugar o un momento, es única.
¿Y si pudiéramos ‘forzar’ esa memoria involuntaria registrando los olores deseados? ¿Y si combináramos esos olores con un sonido envolvente y una imagen en 3D? ¿No sería esto lo más parecido a viajar al pasado, a un momento archivado en nuestra memoria y que, de otra manera, correría el riesgo de perderse?
¿Y si, además, pudiéramos compartir esas experiencias personales con nuestros seres queridos o con nosotros mismos, o programarlas para que vuelvan a nuestras vidas dentro de un plazo determinado? ¿Podría yo vivir la experiencia de mi propio nacimiento, grabado por mi madre? ¿Podría recordarme a mí misma la felicidad que sentí en aquella playa en verano, enviándomela ahora para recibirla dentro de diez años?
Estas son las cuestiones que plantea Take Me Back, un proyecto de diseño especulativo cuyo móvil es la nostalgia y cuyo protagonista eres tú.
| Referencias |
Olor
Madeleine: the camera that records your favourite smells
Vista
Strange beasts
| TMB. La App |
| Modo de funcionamiento |
1. 'Avisamos' a la app para que registre la información que vamos a grabar a continuación.
2. Activamos nuestro sensor para iniciar la grabaciòn de sonido envolvente, visión en 3d y receptores de las neuronas olfatorias del aroma existente.
3. Esta información será guardada en la nube, de donde podremos recuperarla a través de la App o gracias al envío de terceras personas.
| Equipo |
Blanca Rogel del Hoyo
Interacción y lenguaje
Máster de Diseño interactivo
Escuela Superior de Diseño de Madrid